jueves, 4 de junio de 2020

Historia del fútbol argentino - 1938 - La consagración

Al comenzar los desquites se registró un hecho notable en la cancha de Tigre, donde el equipo local igualó ante Independiente. El curioso episodio consistió en que el partido terminó sin goles, caso que no había ocurrido en todo el campeonato de 1937 ni en la primera rueda del presente certamen. Lanús, de floja campaña, venció 3-2 a San Lorenzo; tras su valioso empate ante Independiente, el "funebrero" estuvo cerca de repetir la hazaña.

El verdadero acontecimiento de la 19na fecha fue el clásico enfrentamiento entre River y Boca. El tradicional partido, que se disputó en el nuevo gran estadio, finalizó igualado en dos y la produjo la mayor recaudación del certamen ($35.733). Esa tarde, debutó el arquero uruguayo Besuzzo.
En la 20ma jornada, Independiente venció a San Lorenzo por 2-0. Esa derrota, y el hecho de quedar libre en la siguiente fecha, retrasó al conjunto de Boedo. Así fue como Independiente, que venció a Almagro por 3-2, y River, que se impuso ante Estudiantes LP por 2-1, se distanciaron. El conjunto de Avellanada logró 31 puntos, mientras que River 30. Más lejos San Lorenzo con 26.

El equipo de Racing Club, que convirtió 24 goles en tres partidos. Arriba: A.Díaz, J.González, Navarrete, Capuano, Villa y J.García. Agachados: Devizia, Zito, Barrera, Fandiño y E.García

Una sorpresa mayúscula deparó la fecha 22. En su estadio, Independiente fue vencido por Atlanta por 1-0 con un gol marcado por Martino, el jugador más bajo del fútbol argentino (1,50m). Esa derrota fue aprovechada por River, que al vencer a Lanús por 2-1, pasó a encabezar las posiciones. En Caballito y ante una extraordinaria concurrencia, Racing le ganó a Boca 2-1. En ese partido fue expulsado Cherro, quien no volvió a jugar. Asó concluyó con un broche poco digno su excepcional trayectoria.
Siete días más tarde se registró una espectacular goleada de Racing ante Platense por 8-2. En fechas siguientes, también goleó a Estudiantes LP y Lanús por el mismo resultado, logrando algo que ningún equipo alcanzó ni repitió.
Boca, vencido por Huracán en Parque Patricios, no había registrado victorias en la segunda rueda.

En la 24° fecha, River superó a Independiente como visitante por 3-1. A partir de esa derrota, el conjunto de Avellaneda se repuso y ganó los últimos 10 partidos. En la escena, Bello detiene la pelota ante un salto de Rongo

La fecha siguiente se disputó uno de los partidos de fundamental importancia para la definición del campeonato. Independiente recibió la visita de River, que logró una valiosa victoria y estiró su ventaja a 3 unidades, aunque aún debía quedar libre. Lo curioso de esa derrota de Independiente fue que a partir de ese entonces modificó la formación de su equipo. Leguizamón reemplazó a Spinetto y Sastre pasó a desempeñarse como insider. Estos cambios gravitaron favorablemente, al punto de ganar consecutivamente los 10 últimos partidos.
Gracias al tremendo empate en 5 entre River y San Lorenzo, Independiente, que venció a Gimnasia en La Plata, se pudo acercar al líder. Los resultados registrados en las fechas siguientes no modificaron las posiciones en los primeros lugares de la clasificación, donde los líderes estaban separados por dos puntos. Pero, en realidad, se encontraban virtualmente igualados, ya que River debía quedar libre.

Un resultado que tuvo decisiva influencia en la definición del torneo se produjo en la fecha 28. En Caballito, Ferro venció a River por 2-1. Y como Independiente se impuso ante Huracán por 4-1, los dos aspirantes al título quedaron igualados en la punta del torneo. Esa paridad se quebró el domingo siguiente, cuando el equipo de Avellaneda derrotó a Vélez en Villa Luro y River quedó libre.

Independiente, un formidable campeón con 115 goles a favor. De pie: Bello, Leguizamón, Coletta, Franzolini, Balborria y Zorrila. Hincados: Vilariño, De la Mata, Erico, Sastre y C.Martínez

La disputa de las fechas siguientes no produjeron variantes relevantes en cuanto a los dos equipos que ocuparon los dos primeros puestos, pues ambos rivales ganaron categóricamente todos los partidos que disputaron. Independiente no sintió la presión de llevar la ventaja y depender de si mismo, y cerró su magnífico torneo tras golear a Lanús por 8-2.
Talleres RE y Almagro, que ocuparon los últimos dos puestos, perdieron la categoría.

La recuperación producida en el campeonato de 1937 tuvo una expresiva consolidación en 1938. La ya insinuada aparición de eficaces delanteros resultó más notoria durante esta temporada, como lo demuestra el hecho de que, según la historia, se trató del campeonato en el que se convirtieron la mayor cantidad de goles.
El afianzamiento en la aptitud de nuestro fútbol fue evidente. Lamentablemente, la desidia y desorganización de nuestros dirigentes impidió que esa gran capacidad futbolística tuviera oportunidad de manifestarse en el Campeonato Mundial jugado en Francia. Fue un aislamiento improcedente e inexplicable, sólo justificado por el deseo de dar preferencia al campeonato de Primera División.
Inclusive, la inauguración de un soberbio estadio consolidó un prestigio que hubiera necesitado de una conquista mundial. Y esa negligencia privó al fútbol argentino de una posibilidad excelente para concretarla.
La aptitud reiteradamente demostrada por Independiente lo consagró no tan sólo como el mejor equipo del año, sino también como uno de los grandes conjuntos de la historia del profesionalismo.

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