La cantidad podría haber sido mayor si la Argentina hubiese tenido dirigentes dinámicos, emprendedores y, además, responsables. Entre los errores que cometieron los encargados de conducir el fútbol argentino se puede detallar: enviaron la inscripción fuera de término estipulado por los organizadores, y pese a que el Comité Ejecutivo por una deferencia especial la aceptó, inexplicablemente los dirigentes renunciaron al derecho de intervenir en la competencia. Además, a este Campeonato Mundial no pudo concurrir el seleccionado de España, porque ese país fue azotado, en esos momentos, por una cruenta guerra civil.
Para este Mundial se dispuso que en caso de empate en la final, se realizara un nuevo cotejo y que, de subsistir la igualdad, ambos protagonistas serían designados ganadores. Decisión polémica en nuestros tiempos, pero honorífica en aquella época. En cambio, se mantuvo la reglamentación de eliminación directa ante la primera derrota.
Leónidas, el brillante delantero brasileño insólitamente reservado para un posible partido final
En la rueda preliminar se disputó un partido extraordinario en el que Brasil, uno de los favoritos a llevarse el título, derrotó a Polonia 6-5 en tiempo suplementario. Fueron figuras los delanteros Willimowski y Leónidas, de Polonia y Brasil respectivamente.
Italia comenzó con una victoria ante Noruega por 2-1. El campeón de 1934. fue otro de los favoritos.
Francia, pese a su condición de local, no pareció estar a la altura de los preferidos de la mayoría de los aficionados del fútbol, si bien al debutar se impuso por 3-0 ante Bélgica. Esa presunción se confirmó a posteriori, cuando Italia dio cuenta del local tras ganarle 3-1. Los "galos" apenas jugaron 2 partidos antes de quedar eliminados.
Los capitanes antes de la final. El italiano Meazza y el húngaro Sarosi, junto al árbitro francés Capdeville
Para las semifinales se clasificaron Italia, Brasil. Suecia y Hungría. El 16 de junio se enfrentaron en Marsella, italianos y brasileños. Los sudamericanos, con una confianza inesperable, subestimaron al conjunto europeo, que no solo era el vigente campeón, sino también aspirante al título en juego. Por todo eso resultó, para el fútbol, inadmisible la decisión de Brasil de reservar para la final, que estaban seguros que iban a jugar, a su mejor jugador, Leónidas, máximo goleador del campeonato.
Esa confianza fue faltal para la "verdeamarela" quien cayó por 2-1. En la otra semifinal. Hungría se impuso a su rival por 5-1.
Los brasileños tuvieron su magro consuelo al vencer a Suecia por 4-2 en el tercer puesto, luego de estar en desventaja por 2 goles.
Formación italiana en el encuentro cumbre del Mundial de Francia 1938
El 19 de junio, en Colombes, los italianos lograron un categórico triunfo sobre los húngaros por 4-2, y se clasificaron campeones por segunda vez consecutiva. Curiosamente, en ambas conquistas, Italia tuvo dos ejes medios sudamericanos: En 1934 al argentino Monti y en 1938 al uruguayo Andreolo.
Lamentablemente, historia bien conocida, la Copa del Mundo paró un largo tiempo debido a la Segunda Guerra Mundial.
Italia, el campeón. En la final jugaron: Olivieri, Foni, Rava, Serantoni, Andreolo, Locatelli, Viavatti, Meazza, Piola, Ferrari y Colausi