En enero de 1935 se disputó, en la ciudad de Lima, el 13er campeonato Sudamericano, en el que solo participaron cuatro seleccionados: el local Perú, el mayor campeón Uruguay, el aspirante Argentina y el humilde Chile.
El conjunto argentino fue considerado el máximo favorito a conseguir el título. Candidatura que se consolidó luego de haber vencido categóricamente a Chile y a Perú, ambos por 4-1. Y a diferencia de lo ocurrido en el campeonato Mundial de Italia, Argentina asistió a ese certamen con un equipo que podía considerarse como lo más representativo del fútbol nacional.
El plantel argentino de 1935. De izquierda a derecha: Gualco, Lauri, Zito, Gilli, Alberti, Barraza, Masantonio, De Jonge, Minella, Sbarra, D.García, Arrieta, Scarcella, Cosso, Sastre y Campilongo. Sentado: De Mare y, agachado, Pajoni
Pese a ello, los uruguayos reiteraron esa extraña paternidad sobre los argentinos y los derrotaron por 3-0 en al final. El encuentro fue deslucido, debido a la gran cantidad de incidentes que se produjeron. De esta forma, Uruguay se consagró campeón por tercera vez consecutiva ante su calificado adversario.
Primero fue el campeonato Olímpico en 1928, luego la final del Mundo en 1930, y ahora en el Sudamericano de Lima 1935.
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